viernes, 20 de mayo de 2016

Fuerzas desperdiciadas


¡Betún de Judea aún tiene el precinto!

Un simple pavoneo, parte de una táctica de cortejo totalmente fallida, no justifica el desperdicio de tanto látex. Peor aún que no reciclar, es almacenar sin dar uso a los productos arrancados a la madre naturaleza. Porque no. A diferencia de lo que muchos piensan el látex no es un derivado del petróleo sino que se obtiene a partir de la savia lechosa (¿he oído risas? ¡Maduren, por favor!) del árbol del caucho que crece en Centroamérica.
Seguro que ahora, tras conocer este dato, jamás se les ocurrirá malgastarlo, adquirirlo sin saber a ciencia cierta que lo van a usar o tenerlo de adorno en la cartera durante años...


No hay comentarios:

Publicar un comentario