miércoles, 24 de febrero de 2016

Ostracismo


¡Betún de Judea está muy subidito!

Cuando ya nadie se acuerda del teléfono fijo, hablando así en general, ¿qué podría esperar el teléfono de la mesilla de la habitación de un hotel?
Si echamos la vista atrás (no literalmente o dejarás de leer esto) recordaremos sin problema cómo en las vacaciones de verano, al llegar a la habitación del hotel, lo primero era llamar a casa para dar señales de vida junto con el número de teléfono y el número de la habitación donde podían localizarte tus seres queridos. Así, el teléfono se convertía en la única conexión con la vida real que habías aparcado durante unos días y, por tanto, un elemento fundamental en esa experiencia vacacional.
Pero el tiempo y la tecnología han hecho que esta herramienta haya perdido casi todo su sentido, y es que ahora un WhatsApp cuando estás entrando en la ciudad de destino ha suplido el encanto de aquellas llamadas sentado en la cama.
Y aunque algunos hoteles aún lo mantienen ahí por si algún romántico quiere hacer uso de sus analógicas teclas, en general ha sido condenado al ostracismo y ha desaparecido de nuestras vidas sin que le hayamos guardado luto...
Es lógico que nos lo reproche...

No hay comentarios:

Publicar un comentario