¡Betún de Judea es fan de Olga!
Los que me conocen y han seguido mis rayajos saben la influencia que ha tenido Liniers en mi manera de contar historias y el gusto por el detalle en la construcción de los personajes. El autor argentino ha creado un mundo de color capaz de fijarse en las aventuras de una aceituna, dar vida a conceptos enormemente abstractos, o decir mucho de muchas maneras usando sólo la palabra Olga.
Internet me lo descubrió, los amigos Carlos y Carla me suministraron las primeras dosis impresas y los relindos genios creativos Natalia y Germán me dejaron en su salón de Lavapiés manosear hasta la saciedad las páginas de unos Macanudos que vinieron de Argentina con esa textura a usado que tanto despertó nuestra inspiración cuando nos faltaban las ideas.
Y estos mismos Macanudos tan viajados y evocadores venían envueltos a modo de emocionante gran regalo estas Navidades en la visita sorpresa que nos hicieron Natalia y Germán (el auténtico regalo) desde Londres.
Por eso cuando Liniers ha llamado a filas a todo aquel que con un lápiz a mano quisiera versionar sus personajes, no podían faltar mis monigotes a modo de agradecimiento.
Supongo, lo entenderán.
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