jueves, 9 de julio de 2015

JAUME, el limón guionista 9


¡Betún de Judea tiene cientos de ideas en los cajones!
Cuando uno escribe, dibuja, compone o esculpe es feliz. El proceso de creación en sí mismo es un estado de alegría permanente en el que se disfruta de cada segundo. Aunque haya momentos de bloqueo, éstos también son de provecho y hacen que la satisfacción sea el doble cuando se superan.
Pero una vez terminada la obra, la falta de una mirada externa hace que todo esté incompleto. Hace falta un espectador. Alguien que disfrute o al que le disguste la obra. Que la ame o la destroce con un hierro. Lo que sea con tal de que la vea.
Unas veces ese espectador llega pronto, otras tarda mucho. 
Sin embargo, la mayoría de las veces, esas obras quedan guardadas y nunca verán la luz.
Aún así, Jaume, el limón guionista seguirá escribiendo guiones que nunca se rodarán, porque quizás, algún día, ¿quién sabe?

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